Si todavía te preguntas si puedes llegar a la cima, la respuesta es sí. Sólo es cuestión de motivarte, pequeños detalles lograrán la diferencia:
- Alimenta tu mente, lo que quiere decir es que aprendas cosas nuevas así incrementarás tu conocimiento. Si no puedes asistir a un curso, al menos dedica 15 minutos diarios a leer material que mejore tus conocimientos. Puedes incluso escuchar podcast motivacionales.
- Fíjate objetivos, no demasiado altos, más bien realistas. Es importante que crees una ruta de crecimiento. Te servirá para pensar en grande, enfrentar obstáculos y recordarte hacia donde te diriges.
- Cultiva la paciencia, es inevitable que encuentres obstáculos en el camino, pero es importante ser perseverante, sin una mentalidad rígida. La flexibilidad te brindará mejores resultados a la larga.
- Respira, te permitirá tomar una pausa y continuar. Meditar, mientras inhalas y exhalas, te facilitará concentrarte en el presente, para mantener tu enfoque en el ahora.
- Deja de compararte con la persona de a lado, actualmente el bombardeo en redes sociales puede deprimir fácilmente. Sin embargo, no necesariamente reflejan la realidad de cada persona.
- No olvides a tus amigos, el simple hecho de platicar con otras personas te relajará y te aportará bríos para continuar.
- Abraza las expectativas, no es fácil esperar lo incierto, pero tampoco es fácil mantenerte en la misma postura. Obtendrás más si eres flexible y dejas que la vida te sorprenda. Te aseguro que llegará más claridad y cuando menos la esperes.
Atrévete a vivir, de acuerdo con un estudio realizado por enfermeras que atendían pacientes moribundos, la mayoría lamentaba no haber disfrutado la vida que ellos deseaban y no la que la gente deseaba.