¿Sabías
que los largos períodos sentada, logran relentizar tu digestión? Aunado al
estrés puede crear inflamación abdominal, estreñimiento, flatulencias e incluso
cólicos.
Sin embargo, no todo esta perdido, basta con integrar buenos habitos en tu día
a día para evitar los efectos adversos.
- Elige alimentos ricos en fibra, que ayudan a optimizar el tránsito intestinal y habrá menos probabilidades de que se adelgace. Incluso evitará otras complicaciones digestivas como divertículos, síndrome del intestino irritable y hasta hemorroides. Mayo Clinic, sugiere consumir frijoles, avena y linaza, que incluso disminuyen la presión arterial y la inflamación.
- Hidratación continúa, es vital pues atrae a las fibras, en conjunto crean volumen, lo que facilita el tránsito intestinal e impide el estreñimiento.
- Trata de eliminar los alimentos ricos en grasa, porque provocan que la digestión se ralentice e incluso generan estreñimiento. Esto no quiere decir que saques las grasas totalmente de tu vida, elige las buenas que también poseen fibra y que se encuentran en la chía, el aguacate o el yogur entero que además es rico en probióticos y favorecen la producción de bacterias buenas en la microbiota, lo que la equilibra y evitan se irrite el sistema digestivo.
- Come a tiempo, largos períodos de ayuno no son saludables. Lo ideal es comer cada tres horas, lo que requiere de tres comidas fuertes y dos snacks para mantener en estado óptimo el sistema digestivo.
- Controla tu estrés, si pasas largos períodos estresada no sólo te sientes angustiada, también pierdes el apetito y se hace más lenta la digestión, lo que desencadena problemas gastrointestinales que incluyen estreñimiento, diarrea e incluso intestino irritable. Investigaciones científicas aseguran que meditar en conjunto, con prácticas de respiración profunda puede disminuir la inflamación y equilibrar el sistema digestivo.