Dieta equilibrada, ejercicio y sueño, son los tres pilares que logran una buena salud. Cuando no dormimos adecuadamente tiene impactos negativos no sólo en la salud, también en la mente. Dormir poco está relacionado con problemas mentales, que a la larga se convierten en un círculo vicioso, ya que si padeces algún trastorno mental duermes poco y viceversa, con lo que se agravarán los síntomas.

La Organización Mundial de la Salud reporta que alrededor de 450 millones de individuos padecen algún tipo de trastorno mental y se estima que de los 15 millones de personas que padecen algún trastorno en México, la mayoría son adultos jóvenes en edad productiva.  Es así como la salud mental constituye una de las tres principales causas de mortalidad entre las personas de 15 a 35 años por el suicidio, de ahí su importancia y tratamiento.

 A menudo, los problemas de sueño pueden ser causa y signo de depresión, así como un síntoma de algunos trastornos psiquiátricos, de acuerdo con el Instituto de Medicina del Sueño.

Aunque los factores por los que se detonan los trastornos mentales son diversos, estudios han comprobado que las personas que no duermen las horas necesarias son más propensas a desarrollar estos padecimientos o agravar sus síntomas. En muchos casos, el descanso es básico y necesario para alcanzar un estado mental óptimo.

Sin embargo, no necesariamente se generará un trastorno mental por la falta de sueño, pero si es posible que afecte tu rendimiento y como consecuencia puede decrecer tu productividad laboral. Estudios informan que altera la capacidad de atención, la memoria y el aprendizaje. Además de generar irritabilidad en tu estado de ánimo.

En busca del sueño

Para lograr un sueño reparador puedes apostar por la meditación, que produce una consciencia plena y que ha demostrado que es más efectiva que la medicación antidepresiva. De hecho en un estudio realizado por la Universidad de Exeter, se comprobó en un grupo, que los participantes que meditaron tuvieron un 47 por ciento menos de probabilidades de recaer en estados depresivos con la necesidad de tomar un medicamento.

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