Es muy común que los cometamos y que no obtengamos los resultados rápidos que esperamos. Pueden suceder en el hospital, el consultorio o en casa.

De acuerdo con Mayo Clinic, los siguientes son los errores más comunes que realizamos:

  • Confundir gotas para los oídos con gotas para los ojos, verifica la etiqueta. Si un medicamento dice ótico, eso significa que es para los oídos. Si dice oftálmico, eso significa que es para los ojos.
  • Masticar píldoras, no supongas que es igual que tragarla. Algunos medicamentos nunca se deben morder, cortar ni triturar. Si lo haces, puedes alterar la forma en que el cuerpo las absorbe.
  • Cortar las pastilla, nunca lo hagas a menos que el médico te lo indique. Ciertos medicamentos no deben trozarse porque están recubiertos especialmente para que produzcan efecto a largo plazo o para que protejan el estómago.
  • Usar la cuchara equivocada, las que están en el cajón de los cubiertos no son ideales para medir. Para que la dosis sea adecuada, usa una jeringa oral (disponible en farmacias) o la taza dosificadora que viene con el medicamento.

Ante cualquier duda lo mejor es consultar con el médico.