Ya estamos en febrero, ¿cómo vas con tus propósitos de año nuevo? Si los olvidaste en un rincón de tu mente, es momento de retomar esa tarea. Recientemente acaba de pasar el año nuevo chino, que es un excelente pretexto para enfocarte.

Pero te propongo un reto, que tal si trabajas en ser feliz, no tires todos tus buenos propósitos, pero empieza a direccionar tu mente en éste. Tal vez no se encontraba en tu lista. Sin embargo, suena interesante, ¿no crees?

Al cultivar tu felicidad es posible que otros buenos objetivos comiencen a florecer en el camino. No estoy diciendo que rías a carcajadas a cada rato y que no van a presentarse momentos estresantes en tu vida. Lo primordial es no perderte en el intento, es mantener tu objetivo en la mira. Notarás como pequeños cambios comienzan a ocurrir.

¿Cómo lograrlo?

  • Busca tiempo para hacer esas cosas que te gustan, pero que definitivamente no está en tu lista de prioridades. Por ejemplo, tal vez terminar ese saco tejido. Retómalo, el nivel de relajación que te brinda es similar a una clase de yoga, reduce el estrés al mantener tu mente enfocado en el ganchillo, te relajará e incluso reducirá las probabilidades de sufrir demencia.
  • Vuelve a salir con tus amigos, seguro te has perdido de muchos momentos importantes en su vida. Un reciente estudio efectuado en Alemania descubrió que quienes establecen metas que incluyen a otras personas eran más felices, que quienes decretaron propósitos individuales. Puede ser tan simple como programar un café un día de la semana o acompañarlos en su cumpleaños.
  • Apuesta por la gratitud, este propósito requiere de constancia y brinda felicidad. Si agradeces por lo que tienes, pero todos los días, pronto notarás que tienes mejor humor o tus niveles de energía aumentaron. Que si duermes por más horas el fin de semana.
  • Cuida de ti misma, si es importante dormir al menos siete horas diarias, pero no dormir hasta el medio día el sábado. Si llevas una dieta saludable, nuevamente tus niveles de energía incrementarán y tal vez hasta te animes a ir al gimnasio. Se ha comprobado que el ejercicio libera neurotransmisores que te brindan bienestar.

Qué opinas, ¿te animas a aceptar el resto y trabajar en tu felicidad?