A pesar de que una taza de sandía solo equivale a 43 calorías, y resulta hidratante al igual que un vaso de agua, posee nutrientes que son benéficos para la salud, descubre porque incluirla en tu dieta diaria.

  • Minimiza las probabilidades de padecer asma, ya que contiene grandes cantidades de vitamina C, que incluso posee propiedades antioxidantes por lo que también mejora la calidad de la piel.
  • Reduce el dolor muscular y  el tiempo de recuperación después de una sesión de ejercicios, lo logra por su gran contenido de L-citrulina, un aminoácido que ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejorar la circulación e incluso es eficiente para aumentar la masa muscular.
  • Mejora tu estado de ánimo por su aporte de vitamina A que intervienen en la formación de neurotransmisores como la serotonina.
  • No sólo es un excelente hidratante, también posee electrolitos que pueden ser vitales para recuperar los perdidos durante una larga carrera. Así que prueba a comer una gran rebanada después de tu entrenamiento.
  • Tiene propiedades depurativas, así que es ideal para eliminar toxinas.
  • Es una buena elección para conciliar el sueño porque es rica en colina, que mejora la transmisión de los impulsos nerviosos, interviene en el aprendizaje y optimiza tu memoria, así que ya no perderás las llaves fácilmente.
  • Una gran aliada para bajar los niveles de colesterol, por su aporte de licopeno, que no sólo es responsable de su rojo color, también es antioxidante y es un vasodilatador que protege de la hipertensión arterial.