Desde niña lo consumo, ya que mi papá preparaba un delicioso guacamole los fines de semana. Cuando hice dietas le temía, pues los nutriólogos por lo regular lo restringen a tres rebanadas. Sin embargo, al paso de los años he aprendido, no sólo que es una fruta y verdura, que posee grasas buenas que ofrecen un cúmulo de bondades para nuestra salud, que te voy a describir.
Sabías que…
- Tiene potasio que te ayuda a mantener estable la presión arterial.
- Gracias a la luteína absorbe las ondas de luz que podrían ser dañinas para la visión.
- Optimiza el funcionamiento del sistema nervioso por el magnesio que contiene.
- Regula los niveles de azúcar en la sangre.
- Limpia el intestino y elimina el mal aliento.
- Es rico en fibra, así que evita el estreñimiento y brinda saciedad.
- Sus grasas buenas son aptas para quemar grasa del cuerpo.
- Disminuye los riesgos de sufrir depresión pues tiene ácido fólico.
- Te brinda energía por su gran variedad de vitaminas del tipo B.
- Como es un eficiente antioxidante protege de los efectos nocivos de la contaminación y el sol, por lo que previene el envejecimiento prematuro.