El sueño profundo no sólo es reparador, también disminuye el nivel elevado de las hormonas del estrés, te permite organizar y almacenar tus recuerdos, lo que te facilitará recordar con claridad las cosas. Al bajar la presión arterial te ayuda a tener un estado de relajación. Logra que el sistema inmunológico fortalezca su capacidad para combatir infecciones. Entre muchos otros beneficios.

Para lograr ese sueño que realmente te permita descansar, es necesario tener el escenario adecuado, es decir, debes tener el cuarto ideal y sacar de él los objetos que puedan perturbar los procesos de regeneración:

¿Qué sacar?

  1. Alfombras, pues podrían ser las responsables de que despiertes con picazón en los ojos, la garganta e incluso secreción nasal, síntomas que indican alergia al polvo. Los ácaros se concentran en los materiales mullidos de las alfombras.
  2. Los tonos vibrantes de las paredes, lo ideal es recurrir a tonos relajantes como el blanco o el azul. Si te encantan los colores, puedes agregar acentos coloridos a través de pequeños accesorios.
  3. Cortinas claras, que permitan que se filtre intensamente la luz. Lo ideal es oscurecer la habitación por la noche para no desajustar tu ritmo circadiano. Las persianas también son una excelente opción.
  4. Adiós al móvil, la luz azul que emite impedirá que concilies el sueño rápidamente. Lo ideal es desconectarte al menos una hora antes de meterte en la cama. Qué tal si mejor lees un libro o platicas con tu pareja, en vez de vivir en un mundo aislado con tu teléfono.
  5. La televisión es un electrodoméstico que deberías reservar para la sala, por su emisión de luz azul.
  6. Tu mascota, tal vez ella sea la responsable de que ronques. No sugiero que lo destierres de tu vida, simplemente que duerma fuera de la habitación.