No sólo las tapas o los platillos salados se pueden maridar con vino, también los postres pueden crear una mancuerna excepcional, sólo es cuestión de elegir los adecuados.

¿Cómo seleccionar el vino correcto para tu postre?

El Consejo Mexicano Vitivinícola recomienda tener estos tres aspectos en consideración cuando vayas a maridar postres con vino:

1. La acidez: Un vino naturalmente ácido puede acompañar mejor los postres frutales, por tener características similares

2. Intensidad: Entre más intenso sea tu postre, más intenso deberá ser el vino con el que lo marides

3. La dulzura: Si escoges un vino de postre para finalizar la comida, es recomendable que éste sea más dulce que el postre a servir

Maridajes excepcionales

  • Arroz con leche: Por generaciones ha sido el postre que las abuelas preparan para consentir a sus nietos. Este plato se elabora con arroz, leche, canela, vainilla y un poco de azúcar, y generalmente se le agregan pasas.

Maridaje: Espuma del Valle de Bernal Rosé de Vinos San Juanito en Bernal, Querétaro.

  • Pan de elote: un postre auténticamente mexicano. Tras la conquista, las técnicas de repostería llegaron al nuevo mundo y al incorporar al maíz dentro de sus prácticas dieron origen a un panqué que, hasta la fecha, es de los consentidos en nuestro país.

Maridaje: te recomendamos servir un Capricornius de El Cielo en Valle de Guadalupe, Baja California.

Pastel de tres leches: este esponjoso panqué, remojado delicadamente es parte fundamental de las celebraciones familiares mexicanas. Aunque también es común encontrarlo en cualquier panadería en rebanadas o porciones individuales, y se pueden encontrar diversas versiones con frutas de temporada como duraznos, fresas o incluso hasta chocolate.

Maridaje: te sugerimos el Cabernet Montepulciano de Vinos Paoloni en Valle de Guadalupe, Baja California.

Calabaza en tacha: característico del día de muertos, se prepara al cocer calabaza de Castilla en agua con piloncillo, rajas de canela y algunas especias, cada casa tiene su propia mezcla. Obtiene su nombre de “tacho” un recipiente en donde se fabricaba el azúcar.

Maridaje: pruébalo con Cuatro Soles Blend de Valle Redondo en Aguascalientes.