Siempre logrará que te veas más jovial e incluso tendrás una apariencia más feliz. Por ello es básica cuidarla de adentro hacia afuera con tres premisas:

Hidratación: es básica y lo mejor es que no cuesta mucho. Lo ideal es tomar al menos ocho vasos de agua al día. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Cosmetics and Investigational Dermatology, demostró los efectos benéficos de la hidratación con agua, a través de un ensayo realizado a un grupo de 49 mujeres que se dividieron en dos; el primer grupo bebía cinco litros de agua y el segundo sólo dos litros de agua. Después de un mes comprobaron que los bebedores de más líquido, tenían un nivel de hidratación mayor en la piel e incluso lograron mantener un peso saludable.

Nutrición: lleva una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras y carbohidratos complejos como los que se encuentran en las semillas; sin embargo, es vital consumir alimentos ricos en antioxidantes y vitamina C. Como fuente elige a las frambuesas que también poseen fitoquímicos y antiocinas que revitalizan la piel cuando estás sometida a períodos de estrés. El melocotón, es otra fuente de vitaminas C y A, las cuales evitan las arrugas que se producen por el envejecimiento prematuro. Las cerezas, son ricas en antocianinas, responsables de su encendido color rojo e inhiben la aparición de líneas de expresión anticipadas. El mango es otra fuente de vitaminas C y E que logran se mantenga suave la epidermis.

Descanso: duerme al menos siete horas al día. Cuando te desvelas la calidad de la piel cambia, inmediatamente se torna grisácea e incluso se marcan las líneas de expresión. Un estudio comprobó que las personas que padecen trastornos del sueño, son más susceptibles a experimentar enfermedades de la piel como eczema, psoriasis y envejecimiento de la piel. El sueño le permite a la dermis repararse y regenerar las células dañadas. Así que duerme para mantenerte joven y bella. Es importante que no olvides desmaquillar tu rostro o lavarlo para retirar restos de maquillaje, contaminación y polvo para permitir que realice sus funciones regenerativas.