No hay pretexto para no ejercitarte, pues sólo debes elegir la modalidad que más te beneficie, entre una gama de opciones:
- El ejercicio aeróbico puede ayudar a mejorar la salud del corazón y la resistencia, así como a perder peso.
- El entrenamiento de alta intensidad por intervalos generalmente es seguro y eficaz para la mayoría de las personas, además de que requiere menos tiempo. En el entrenamiento de alta intensidad por intervalos, se alterna ejercicio de mucha intensidad con ejercicio de menos intensidad durante períodos cortos de tiempo y hasta una actividad como caminar a mayor intensidad cuenta.
- El fortalecimiento muscular ayuda a mejorar la fuerza y la resistencia de los músculos, hace más fáciles las actividades diarias, ralentiza la pérdida de la fuerza muscular debido a enfermedades y proporciona estabilidad a las articulaciones.
- Los ejercicios de flexibilidad permiten alcanzar una amplitud de movimiento óptima en las articulaciones para que funcionen mejor.
- Mientras que los ejercicios de estabilidad, por su parte, ayudan a reducir el riesgo de caídas.
Cómo iniciar
El comienzo es lo más difícil, pero te abrirá un camino a la salud, estos son algunos de los tips de los especialistas de Mayo Clinic:
En general, trata de acumular unos 30 minutos de actividad física por día, al menos cinco días a la semana. Por ejemplo, trata de caminar enérgicamente durante unos 30 minutos la mayoría de los días de la semana. Incluso puedes dividir la actividad física en períodos cortos repartidos a lo largo del día.
Si no puedes hacer esta cantidad de actividad, haz toda la que puedas, pues hasta una hora por semana de actividad física puede aportarte beneficios para la salud. Empieza a moverte más y a sentarte menos, y ve aumentando la actividad para cada día moverte un poco más.
Si no has hecho ninguna actividad durante un largo período, comienza de forma lenta e incrementa el ritmo de manera gradual. Pregúntale a tu médico qué metas puedes fijarte sin peligro para cada etapa de ejercicio que vas alcanzando.