Recuerda que pequeños inconvenientes pueden retrasar su desarrollo en muchos sentidos. Los problemas visuales y de aprendizaje tienen sus primeras manifestaciones en la edad escolar, lo notarás como desinterés por actividades que requieren concentración, posteriores problemas para lograr la lectura y la escritura, esto debido a que el niño no puede descodificar y asimilar correctamente la información visual que recibe.

La visión es un proceso complejo y fundamental en el aprendizaje escolar. Las dos terceras partes de la información que reciben los estudiantes, es a través del sentido de la vista. El desarrollo de la visión incluye la capacidad de utilizar los ojos simultáneamente de forma efectiva y coordinada para identificar, interpretar y entender la información visual, para preparar la acción subsiguiente. Si el desarrollo del sistema visual no es correcto, con la edad se producirán dificultades en el proceso de aprendizaje.

Detección oportuna

Dado que el Desarrollo Motor (de 0 a 7 años) está recíprocamente relacionado con el Desarrollo Visual (de 0 a 8 años), es necesario conocer qué bloqueos o interferencias se han producido en este proceso para entender las dificultades visuales, por ello es necesario una evaluación visual para diagnóstico oportuno de anomalías refractivas y adaptar oportunamente el tipo de lente que más favorezca al niño.

Soluciones eficientes

En opinión de Nancy Sol Espíndola Romero, licenciada en optometría por el Instituto Politécnico Nacional, “es importante que, al ingresar a la escuela, el niño tenga una visión clara en ambos ojos, integrada y en 3D, percepción de colores y buena adaptación a la iluminación. Para lograr lo anterior algunos niños deberán usar lentes correctores como son las gafas aéreas, lentes de contacto o bien en caso de niños con discapacidad visual la adecuación de aditamentos ópticos y no ópticos magnificadores que sea prescrito por el Licenciado en Optometría. Algunos niños, adicional al uso de los lentes correctores, requieren de terapia visual para dar entrenamiento y estrategias especializadas para cada caso.

“Los lentes de contacto son una de la alternativas para la corrección de errores refractivos en niños, como miopía, hipermetropía, astigmatismo, anisometropía —señala la Licenciada en Optometría—pensemos en el niño que no le gustan las gafas aéreas pero sin ellas no logra copiar del pizarrón, los lentes de contacto son una gran opción para este caso, también tenemos casos de éxito con el uso de lentes de contacto en niños y jóvenes con anisometropía (gran diferencia de  graduación entre un ojo y otro) así como en  jóvenes  deportistas”, señaló la especialista.

Acude con tu pequeño por una valoración optométrica.