Es uno de los
elementos clave de muchos productos de belleza y también es aceptado por los
dermatólogos por sus sorprendentes beneficios en pro de una piel más sana.
Así que no lo pienses más y vuélvelo tu aliado:
- Úsalo como tónico, a mi me encanta aplicarlo después de la limpieza para arrastrar cualquier rastro de impurezas e incluso me ayuda a calmar el cutis si se encuentra irritada por sus propiedades antiinflamatorias.
- En caso de acné, un leve rocío bajará la inflamación por sus propiedades antioxidantes.
- También es eficiente para reducir las arrugas, por ello es una activo muy usado en las cremas antiedad, lo logra porque neutraliza el daño que generan los radicales libres que genera la contaminación y responsable de las líneas de expresión.
- Fija tu maquillaje, sólo tienes que pulverizar como una bruma después de maquillarte. Te encantará el efecto fresco que genera en la tez. También es ideal para refrescar en un día caluroso o antes de entrar a una junta.
- Cuando tu piel se encuentre deshidratada pulveriza varias veces al día para reparar y devolver ese aspecto fresco y turgente.
- Otra de sus beneficios es que controla el exceso de grasa, así que rocía dos o tres veces al día si tiene piel grasa. Te encantará el efecto matificante.
- Incluso lo puedes emplear para mejorar tu ánimo, ya que se ha comprobado que tiene poderes calmantes contra la ansiedad.
- Puede ser usado como enjuague bucal, de acuerdo con un estudio publicado en el International Journal of Pharmacognosy and Phytochemical Research, que demostró que es más efectiva que otros activos para luchar contra la gengivitis y bacterias de las encías.
- Por último si tienes caspa puede ser un eficaz aliado para desaparecerla, rocía después de lavar y acondicionar el cuero cabelludo.