No sólo es deliciosa, también es una excelente fuente de beneficios para tu salud, quieres descubrirlos:

  • Reduce la inflamación, ya que es rica en magnesio, L-arginina y vitamiba E, tal vez por ello se sugiere su consumo a pacientes que sufren de artritis reumatoide, de acuerdo con Arthritis Foundation. Pero, también la hace aliada de una dieta para personas que tienen riesgos de sufrir enfermedades coronarias
  • También posee grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que reducen el colesterol.
  • Contiene ácidos grasas omega 3, en forma de ácido alfa-linolénico que ha demostrado que es ayuda a mejorar las funciones cerebrales.
  • Clave de longevidad, se ha encontrado en estudios que las personas que las incluyen en sus dietas suelen vivir más, que quienes las evitan en sus dietas; incluso reduce los riesgos de sufrir enfermedades crónicas, de acuerdo con un estudio publicado en Oxford Academic.
  • Tienen altos niveles de antioxidantes, por lo que reducen el daño celular y provocan que tu piel tenga un aspecto radiante.
  • Son una fuente de fibra, por ello brindan saciedad con lo que reducen un probable atracón, por ello se sugiere un pequeño puñada de ellas como snack entre comidas. Incluso mejoran la salud de tu microbiota intestinal que está implicada en un óptimo funcionamiento del sistema inmunológico.

Sin embargo, son ricas en calorías, por ello debes consumirlas con medida, pero puedes integrarlas en varias comidas a lo largo del día:

  • Añade tres nueces a tu batido matutino, le brindará un sabor delicioso y una textura mucho más cremosa.
  • Tritura algunas y verte sobre tu yogur con frutas al medio día.
  • Tostadas y en trocitos se convierten en aliadas de suculentas ensaladas.
  • Añade a la preparación de galletas o panqués.
  • Incluso puedes usarlo en pestos para esparcir en tu sándwich.