Los largos períodos en la misma posición, los movimientos repetitivos, las malas posturas pueden causar tensiones y trastornos musculoesqueléticos. Entre las molestias que generan se encuentran: dolor de cuello y hombros, obesidad, estrés, túnel del carpo e incluso dolor de cabeza.
Sin embargo, con estirarte cada hora, las molestias y efectos adversos disminuyen. Así que no importa que trabajes desde casa o en una oficina, ponte en movimiento.
Arriba
– Levántate, separa los pies a la altura de tus caderas y lleva tus manos a la nuca.
– Lentamente flexiona las rodillas, al tiempo que inclinas el torso al frente. La idea es que tu columna quede estirada en posición de tabla.
– Regresa a la postura de inicio, pero sin curvear la espalda, para ello necesitarás mantener el abdomen contraído.
Realiza 5 repeticiones.
Círculos
– Nuevamente de pie, pero ahora acércate a una pared para que tu espalda quede ligeramente apoyada sobre ella.
– Coloca los brazos a los costados del cuerpo.
– Después eleva los brazos sobre tu cabeza, estírate como si tratarás de tocar el techo con tus dedos.
– Regresa a la posición de inicio. Recuerda mantener los brazos estirados en cada movimiento.
Realiza 5 repeticiones.
Estiramiento del torso
– Siéntate en una silla, con la espalda derecha sobre el respaldo.
– Dobla tus brazos y lleva las manos por detrás del cuello, de tal forma que tu pecho se expanda al mismo tiempo que tus brazos.
– Mueve ligeramente la cabeza a la derecha, al tiempo que tu torso lateral izquierda se estira.
– Regresa a la postura de inicio.
– Lleva la cabeza ligeramente a la izquierda, de tal forma que sientas el estiramiento en el costado derecho.
– Regresa.
Realiza 5 estiramientos por cada lado.
Estiramiento de la espalda
– Sentada sobre la silla y la espalda recta sobre el respaldo.
– Curvea lentamente la columna, al tiempo que dejas caer lentamente la cabeza al piso, al igual que los brazos que quedarán a los costados de las piernas.
– Lentamente lleva la espalda al respaldo, la idea es que subas con ella arqueada y poco a poco coloques las vértebras sobre el respaldo. Lo último que debes desenrollar, es la cabeza.
– Realiza 5 repeticiones.
Adiós tensión
– Finalmente sentada, coloca los brazos a los costados del cuerpo.
– Eleva los hombros como si trataras de tocar con ellos las orejas.
– Regresa lentamente a la posición de inicio.
– Realiza 10 repeticiones. No sólo te llenarás de energía, también eliminarás las tensiones y te sentirás totalmente despejada, para continuar con tus actividades con bríos.