Yo siempre he sido una persona mañanera, como dicen algunos, me gusta levantarme temprano y siento que tengo más tiempo para realizar actividades durante el día. Sin embargo, como todos hay día que me levanto con el “pie izquierdo” y otros con “el derecho”.
Sin embargo, ciertos detalles pueden lograr que tengamos más días positivos que negativos, te los voy a contar:
- Primero que nada al levantarnos es necesario estirarnos como gatos en la cama y después pensar en positivo. Si piensas que cansada me siento, estarás programando tu cerebro para que se mantenga en ese estado a lo largo del día. Si tienes pensamientos optimistas como “hoy es un buen día”, te aseguro que lo disfrutarás enormemente
- Es real que poner tu despertador 15 minutos antes de la hora habitual te permitirá prolongar tu ducha o te brindará más tiempo para maquillar tu rostro, sin prisas. Pero, no desperdicies esos valiosos minutos leyendo las redes sociales. De hecho yo te recomendaría revisar tu teléfono hasta que estés lista para partir al trabajo en el trayecto, si es que alguien maneja.
- A mí, me funciona realizar ejercicio por las mañana, me llena de endorfinas y optimiza mi estado de ánimo.
- Prohibido salir sin desayunar, el cuerpo necesita combustible para funcionar tras el largo ayuno de la noche. Al menos un licuado con yogur, tu fruta favorita y un puñado de almendras.
- Ahora que si tienes tiempo para comer avena con leche y fruta, te asegurarás de no morir de hambre en menos de dos horas, al tiempo que mantienes estables tus niveles de azúcar.
- Finalmente nunca salgas sin dibujar una sonrisa en el rostro, la necesitarás para crear empatía con los que te rodean y para sentirte optimista.