Existe predisposición hereditaria de alto riesgo de cáncer durante toda la vida de una persona, que en algunos llega al 100 por ciento, dice Niloy Jewel Samadder, gastroenterólogo del Departamento de Genómica Clínica de la sede de Mayo Clinic en Arizona. Esto hace que los análisis genéticos sean fundamentales para la detección temprana y la toma de decisiones respecto a la vigilancia y los tratamientos.

Esenciales

“Los análisis genéticos se han convertido en un medio esencial para identificar los síndromes y las afecciones que predisponen a una persona al cáncer gastrointestinal o mamario y ovárico. Identificar a estos pacientes, a través de sus antecedentes familiares y análisis genéticos, permite a los médicos hablar con ellos respecto al riesgo y tomar decisiones acerca de la detección más adecuada, de la vigilancia y de las intervenciones”, explica el Dr. Samadder, autor principal del estudio publicado en la edición de junio de Mayo Clinic Proceedings.

El estudio recomienda remitir a análisis genéticos a los pacientes sin historial personal pero con antecedentes familiares de aparición temprana (antes de los 60 años) de cáncer de mama, ovario, endometrio, colón o recto. Asimismo, hay que evaluar síndromes hereditarios en quienes que sufren ciertos tipos reconocidos de cáncer.

Otros dos tipos de pacientes que igualmente necesitan análisis genéticos son: los que provienen de una familia donde se agrupan varios tipos de cáncer en dos o tres generaciones sucesivas, así como quienes tienen ciertos tipos tumorales raros, como en el uréter y gástrico difuso.

Sencillos

Pese a que mucha gente podría pensar que los análisis genéticos son complicados o innecesarios, Samadder anota que son fáciles de realizar y que, por lo general, solo requieren una muestra de sangre o de saliva. Los estudios no siempre son concluyentes, en cuanto a las implicaciones clínicas, pero siguen ayudando a mejorar la determinación del diagnóstico y a identificar a los pacientes que corren riesgo.