No necesitas esperar a ser una persona de la tercera edad para empezar a cuidar tu cerebro, basta con realizar ciertas actividades para estimularlo y llevar un estilo de vida saludable. ¿Estás lista para empezar? Yo sí.
Consejos expertos
Muchas personas usan rompecabezas y otras actividades para reducir el riesgo de desarrollar demencia. Pero ¿es esto suficiente? el Dr. Knopman, experto en Neurología de Mayo Clinic, respondió: “el asunto es más complejo que empezar con rompecabezas o juegos de computación a los 65 años”. Los estudios plantean que el valor de las actividades cognitivamente estimulantes va acumulándose durante toda la vida. “Eso significa que adquirir una buena educación, trabajar en empleos estimulantes para la mente, tener pasatiempos o algún hobby y participar en actividades sociales mentalmente atrayentes sirven para reducir el riesgo de desarrollar demencia”, explicó.
Los estudios revelan que mientras más años de educación tiene una persona, menor es su riesgo de demencia. Parece que eso se debe a que las personas que invierten tiempo en aprender, toda su vida, tienden a desarrollar redes neuronales y conexiones más fuertes entre las células nerviosas del cerebro. Esas redes están mejor equipadas para afrontar el daño celular que puede ocurrir a consecuencia de trastornos cerebrales capaces de derivar en demencia.
El Dr. Knopman sugiere llevar un estilo de vida saludable, desde la juventud: “se ha demostrado que mantener el colesterol y la presión arterial en niveles sanos, evitar la diabetes, no fumar, mantener un peso sano y hacer ejercicio regularmente mejoran la salud cognitiva posteriormente en la vida”.
Si se mantienen las premisas a medida que se envejece repercutirá en los vasos sanguíneos del cerebro, pues cuando permanecen en buena condición durante las primeras décadas de la adultez y en la mediana edad, es más probable que se conserven sanos a medida que se avanza en edad. En cambio, cuando la salud de esos vasos sanguíneos se deteriora a una edad menor, es difícil reparar el daño después, y los daños de los vasos sanguíneos cerebrales pueden ser un factor para la demencia.
“Eso no significa que no valga la pena incorporar cambios sanos en el estilo de vida cuando uno es mayor, pues dichos cambios afectan positivamente sobre la salud cognitiva y física. No obstante, para obtener el máximo beneficio para el cerebro, lo mejor es implementarlos lo antes posible”, puntualizó el neurólogo.