Seguro tras la larga cuarentena y el home office, uno de los efectos adversos es la inflamación. Sin embargo, no es una deficiencia que llego para quedarse, pero si ocasiona incomodidad y en algunos casos provoca dolor. Si sabes las causas, tal vez podrías tomar cartas en el asunto y evitarlas.

Flatulencias

Todas las personas las padecen, incluso en un día se producen entre cinco y 15. Suelen ocurrir cuando hay estreñimiento o porque tragas aire mientras comes y platicas al mismo tiempo. Una dieta alta en fibras, también las genera pues en ocasiones se fermentan en el estómago y crean gas. La ingesta de frijoles y lentejas también es otro agravante.

Cómo evitarlas: trata de no hablar mientras comes y tampoco masques chicle. Respecto a las leguminosas ponlas a remojar al menos por 12 horas, cambiando continuamente el agua para eliminar el carbohidrato indigerible que produce los gases, de acuerdo con Mayo Clinic.

Intolerancia alimentaria

Tal vez eres intolerante a la lactosa y no lo sabes, un 70 por ciento de la población mundial la padece. Se produce cuando tienes una carencia de lactasa, una enzima que ayuda a digerir la lactosa y facilita su paso al torrente sanguíneo. Cuando llega al intestino delgado produce diarrea, después pasa al intestino grueso donde se fermenta por las bacterias y genera flatulencias e inflamación.

Cómo evitarlo: lo ideal es eliminar los productos lácteos de la dieta, incluidos aquellos que están elaborados con este tipo de alimentos como panes y salsas. Sin embargo, numerosos estudios señalan que la lactosa del yogur, es mejor tolerada gracias a los probióticos que posee, los cuales sobreviven en el transito al intestino delgado y ayudan a equilibrar la microbiota intestinal, de acuerdo con la publicación Probiotics, prebiotics and the gut microbiota, en ILSI Europe Concise Monograph Series 2013.

Inflamación premenstrual

Los cambios en los niveles hormonales son los responsables, especialmente por el incremento de la hormona progesterona que relaja el cuerpo, pero torna más lento el tránsito intestinal; lo cual constituye otra de las causas por el que las mujeres se estriñen en el embarazo, además de que hay retención de líquidos.

Cómo evitarlo: limita el consumo de alimentos con sal, cafeína y azúcar durante las dos semanas previas a tu período, para disminuir la inflamación, de acuerdo con un estudio publicado en Trastorno disfórico premenstrual: una revisión para el médico tratante. Coloca compresas con agua caliente, pero cuida de no quemarte.