¿Sabías que le brindan estabilidad y calma, además de reducir su estrés porque sabe que viene después? Podrías pensar que ellos no sufren de este mal, sin embargo, durante el día se tienen que adaptar a diversos cambios y además aprenden. Ambos lo estresan.
Las rutinas consiguen que organicen su mundo interior y le brindan tranquilidad. Son esenciales a lo largo de todo el día, desde que se levantan para hacer su primera toma de leche, su salida al parque, sus horarios para comer e incluso para jugar.
Como ellos no conocen el tiempo, los rituales les dan la sensación de control e incluso les generan comodidad. Por ello es importante que, incluso, realicen algunos rituales con la familia como leer un cuento antes de cerrar los ojos.
No son nada complicadas y si lograrán que sea un niño feliz.