Es verdad, algunas actividades fomentarán un vínculo inquebrantable entre tu hijo y tu, al tiempo que promueven el desarrollo de su cerebro. Es momento de ponerlas en acción y lo mejor es que sólo requieren de tiempo y no cuestan dinero. Manos a la obra.

Toneladas de amor

Establecer un vínculo que a lo largo de su vida se volverá inquebrantable. Si lo tratas con cariño y le demuestras que siempre estarás para cuidarlo y apoyarlo, lo convertirás en una personita segura de sí misma. Formar una relación de apego, inicia desde cómo lo tocas, la atención que le prodigas, al sentirse amado aprenderá a confiar en ti y no se sentirá solo.

Los estudios demuestran que cuando lo acaricias libera las llamadas hormonas de la felicidad, la oxitocina y las endorfinas, que provocan que el lenguaje aumente y favorecen el desarrollo de la inteligencia. Con este modelo de ternura logrará ser empático con los que le rodean desde temprana edad.

Charlas productivas

No importa que le platiques a qué horas salió el sol o si van de visita con los abuelos, o simplemente que le cantes mientras se duerme, lo vital es que escuche la encantadora voz de mamá. Sentarás las bases para que se integre al mundo del lenguaje. Al escucharte comprenderá como es el camino de la educación y también activarás sus circuitos neuronales para mejorar sus capacidades de comunicación, según un estudio realizado en la Universidad de Stanford.

Incluso entenderá de emociones y poco a poco comprenderá sus sentimientos. Por ello, es importante que te conviertas en una parlanchina, para que aprenda a ser comunicativo y que adquiera un lenguaje extenso. Basta con que le hables, le cantes y le leas.