Los pequeños todavía no tienen su sistema de termorregulación completamente desarrollado, por ello es importante garantizar que en casa no pase ni frío ni calor es primordial, ya que cualquiera de las dos ocasiona problemas de salud.

Las bajas temperaturas generarán una disminución de azúcar o hipoglucemia; y el bochorno aumenta el riesgo de muerte súbita (SMLS), causa importante de decesos en nenes menores de un año.

Para los meses calurosos

Sigues estos consejos para lograr que el calor no se apodere de él:

  • Abre la puerta del dormitorio y la ventana, si la cuna no se encuentra cerca de ella.
  • Nunca lo coloques cerca de una ventana, las corrientes no son buenas.
  • Cambia la ropa de cama por una más ligera.
  • Nunca permitas que el aire del ventilador apunte directamente a tu angelito.
  • ¿Está ligeramente sonrosado? Prueba a quitarle los calcetines e incluso la playerita para que se airee.
  • Prefiere las prendas de algodón para vestirlo, pues permiten la transpiración.
  • Nunca lo dejes con el atuendo sudado, cámbialo.
  • Sácalo a sus paseos por la mañana, que son las horas más frescas del día, evitarás que se sofoque.
  • ¿Hace mucho calor en la calle? Desliza una toallita húmeda por el cuello, los pliegues de piernas y brazos. Impedirás que se roce.

¿Cómo detectar su temperatura?

  • Basta con colocar tu mano sobre su abdomen o la parte posterior del cuello, si se siente pegajoso o sudoroso quita una capa de ropa.
  • Probablemente tenga calor si le suda el cuello o tiene una postura encorvada con brazos y piernas extendidas.
  • Pero, si está encogido, tiene la nariz fría o las manos o labios amoratados sufre de frío.