Seguro te preguntarás si estás formando un pequeño egoísta, recuerda que entre los tres y cinco años se encuentran todavía en proceso de determinar sus sentimientos, controlar sus impulsos y deseos. Sin embargo, es momento de implementar algunas estrategias, para que el asunto no se salga de control y se convierta en una bola de nieve.

Lecciones para los dos

  • Aprende a decir NO: es lo más sencillo, es probable que no te agrade ver como se desvanece su sonrisa y comienza a transformarse en un chiquito lloroso. Pero, si siempre cedes a sus lágrimas de cocodrilo, empezarás a darle forma a su egoísmo y después controlarlo será un verdadero caos. Sólo tienes que ser firme y decir: No, no lo llevaremos o No, es momento. Pero, sin gritar.
  • Explícale: en el caso de que lo lleves a adquirir ropa, puedes decirle: requieres unos tenis y los vamos a buscar. Repítelo varias veces, estarás estableciendo límites.
  • Negocia: pero sólo cuando sea absolutamente necesario. Es vital que te mantengas firme al decir no. Por ejemplo si siempre pide que le compres dulces, puedes decirle que acaba de comer y no es necesario; así que tampoco lo lleves hambriento nunca a la calle o de compras.

En el caso de que solicite un juguete caro, dile que debe solicitarlo como regalo de cumpleaños. Incluso sería una buena idea, que lo ayudes a escribir su petición, él comprenderá que lo tomas en serio. Sin embargo, es muy probable que en una semana se le olvide que deseaba ese juguete y ahora desee otro. Realiza el mismo procedimiento.

  • Ayúdela a enfrentar: ¿quiere usar la Tablet toda la tarde? Lo ideal es que sólo se la prestes por 45 minutos, que se lo avises, que le recuerdes cinco minutos antes del lapso que la tiene que entregarla. La idea es que aprenda a no cruzar los límites.