Se obtiene de la nuez de las frutas del árbol de Argán, que se encuentra en regiones del suroeste de Marruecos en África. Las mujeres marroquíes lo usan desde el año 600 A.C. por sus propiedades benéficas.

Hoy en día es fácil encontrarlo en el súper mercado y emplearlo en algunas rutinas de belleza:

  • Adiós arrugas

Es conocido por sus propiedades antienvejecimiento, gracias a que tiene poderes antioxidantes y porque restaura la elasticidad de la piel. Prueba a esparcir unas dos gotitas sobre el rostro limpio todas las noches antes de acostarte. Te asombrará que también cambiará la textura de la piel. Incluso es apto para usarlo en el cuello, que es una de las partes que más delata la edad.

  •  Hidratación a la cabeza

Olvídate de una melena que se esponja a lo largo del día o de plano luce como un estropajo, probablemente esté deshidratada, lo que ocurre por el uso continuo de aparatos de estilizado y agua caliente para lavarlo. Basta con aplicar unas tres gotitas después de lavarlo y acondicionarlo, en menos de un mes notarás una gran diferencia.

  • Humectación intensa

Una piel grasa, regularmente se deshidrata por el uso de productos controladores de grasa o incluso porque sus poseedoras, le temen a la hidratación pues piensan que se tornará más grasa. Nada más alejado de la realidad, pues un cutis graso también requiere de humectación y cuando no se la brindas, reacciona abriendo los poros para tratar de obtener humectación. Unas gotas de aceite de Argán en la tez serán la solución para hidratar e incluso reducir la inflamación que provocan los brotes de acné, sin dejar una película grasa.

  • Desvanece las estrías

Es una excelente solución para usarla en el abdomen de las embarazadas, gracias a que el aceite de Argán es rico en vitamina E le brindará elasticidad a la piel, al tiempo que la humectará y reducirá las probabilidades de que se formen las temidas estrías.