¿Sabías que el estrés puede crear problemas digestivos? En efecto, al igual que una dieta desequilibrada. Incluir ciertos hábitos en tu vida diaria puede contribuir a evitarlos.
- No omitir desayunos, su ausencia puede causar estragos en el cuerpo, al estar tanto tiempo sin consumir alimentos. El desayuno óptimo debe contener una proteína, fibra y carbohidratos, por ejemplo un huevo con espinacas y una tortilla, sin embargo hay muchas variantes deliciosas. Un jugo verde aportará muchos nutrientes.
- Tomar agua, más que cualquier té o bebida preparada, el agua simple, sin sabores o azúcares añadidos, hará que te sientas y estás mejor. ¿Cuál es la cantidad ideal diaria? Calcula tu peso y multiplícalo por .03, hay quienes lo calculan como un mililitro de agua por cada kilocaloría.
- Establece metas realistas, para que sea motivante el proceso de alcanzar el bienestar gastrointestinal. Por ejemplo, se puede calcular el consumo ideal de kilocalorías diario, sin privaciones, al multiplicar el peso por 25 en mujeres, y en el caso de los hombres el peso por 30. Evita los azúcares añadidos y recuerda que cualquier exceso es dañino.
- Atención al médico, si prescribe un tratamiento, es importante verificar que se adquieran productos que tengan el respaldo de empresas serias, en especial cuando se trata de probióticos, ideales para mejorar tu microbiota intestinal.
- Realizar mayor actividad física, acorde con el consumo de calorías. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 150 minutos de ejercicio a la semana como mínimo.
- Persistencia, en la meta de mantener una buena salud, no importa cuantas veces tengas que empezar de nuevo. En este camino, la terapia psicológica y ocupacional ayudará de manera relevante.
- Régimen personalizado, si vas a someterte a alguna dieta, lo ideal es acudir con un nutriólogo o médico, que incluso debe recomendar algunos análisis clínicos, para determinar el tratamiento a seguir. En ocasiones es necesario la asistencia psicológica, en especial, cuando hay obesidad.
