Para conciliar el sueño no sólo hay que estar cansada, también es importante cuidar la limpieza de los blancos, las cobijas y almohadas, para lograr que tu sueño sea reparador y seguro. Así que manos a la obra:

  1. Es importante cambiar las sábanas cada semana. Además airear las sábanas antes de volver a tender la cama por las mañanas, lo ideal sería abrir la ventana. En tiempo de calor lo adecuado es hacerlo dos veces por semana, ya que por el sudor es más fácil acumular microorganismos en ellas.
  2. Los expertos también sugieren lavar las sabanas con agua caliente e introducirlas en la secadora para exterminar las bacterias.
  3. Para el lavado de los edredones en la lavadora, lo ideal es enjuagarlos al menos tres veces para evitar que se queden en el relleno residuos de suciedad y bacterias.
  4. En cuanto a las cobijas, lávalas cada dos semanas. Cuando hay cambio de temporada como la que se avecina, si los dejas mucho tiempo expuestas al medio ambiente se pueden llenar de polen y provocar reacciones adversas en las personas que sufren de rinitis alérgica.
  5. Hay que extenderlos totalmente para que se sequen, por ello se sugiere lavarlos muy temprano para que se alcancen a secar a lo largo del día.
  6. Si estás enferma, lo ideal sería bañarte por las noches antes de acostarte para evitar la proliferación de virus y bacterias que se adhieren fácilmente al cuerpo.
  7. Las almohadas también se deben lavar cada tres meses para evitar la proliferación de ácaros.
  8. Cuando hay mascotas en casa, no es recomendable que los dejes acostar en la cama, pues también son un foco de virus y bacterias.
  9. También se recomienda reemplazar el colchón después de ocho años de uso.