Te sientes fatigada, has perdido el interés en tus actividades favoritas y experimentas insomnio. Probablemente te encuentras estresada por la larga cuarentena. La naturaleza es excelente para contrarrestar los síntomas, estudios demuestran que tiene el poder de cambiar tu estado de ánimo al activar tu sistema nervioso, endócrino e inmunológico. Además combate el aburrimiento y aumenta la autoestima. 

Caminar entre la naturaleza genera concentración y atención, digamos que es una práctica de mindfulness que te centra en el aquí y el ahora. Hay estudios que revelan que se relaciona con una mayor concentración.

The University of Kansas, encontró que cuando te sumerges en un paseo por la naturaleza y reduces tu exposición a los dispositivos electrónicos se incrementan las habilidades para resolver problemas y expandir tu creatividad.

En un análisis publicado por Journal of Affective Disorders, que trabajó con personas que sufrían de depresión, al pasar tiempo en la naturaleza, no sólo se sintieron motivados y con mayor energía, hasta fue más sencillo que se recuperarán para integrarse con optimismo a sus actividades cotidianas.

La naturaleza también brinda una conciencia sensorial al aspirar los aromas, observar los colores, escuchar el susurro de las ramas y sentir las texturas de flores y hojas. Incluso provoca que te sientas más agradecida por lo que tienes.

Como consecuencia disminuye la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y desciende la producción del cortisol, también conocida como hormona del estrés.

Desafortunadamente si vives en un departamento hay pocas probabilidades de estar en contacto directo con la naturaleza, pero puedes probar a observar escenas de la naturaleza que disminuye la ira, el miedo y la ansiedad. Como consecuencia baja los niveles de presión arterial, la frecuencia cardíaca, la tensión muscular.

Soluciones en casa

Tal vez observar la carátula de un reloj de Olivia Burton, pueda ayudarte, ya que su esencia se transmite a través de elementos pintados a mano como: árboles, flores, plantas, paisajes, conejos, gatos, abejas, libélulas, y hasta escenarios cósmicos que representan una noche estrellada y cielos brillantes. En esta temporada primaveral, el arcoíris es el ícono principal y nos recuerda que al terminar la lluvia, aparece un arcoíris; tras la tormenta, la calma; y después de un final, un nuevo comienzo.

Qué tal si te animas a imitar a las diseñadores de Olivia Burton y te das unos minutos para dibujar y colorear elementos de la naturaleza o crear mandalas, los cuales favorecen la relajación, mejoran la capacidad de concentración, ayudan a identificación de emociones o expresar sentimientos y reducen los niveles de estrés y ansiedad.