En esta época de otoño e invierno, las temperaturas comienzan a descender y atacan la piel al igual que lo hacen las temperaturas cambiantes del aire acondicionado. No sólo deshidratan la piel, también la tornan frágil y menos elásticas, por lo que es probable que se sienta tirante y luzca como un pergamino.

Introducir ciertos cambios en tu rutina de belleza pueden ser los grandes aliados de tu rostro:

  1. Ingiere agua para mantenerla hidratada, además lleva una dieta rica en frutas y verduras de temporada para aportar a tu piel los nutrientes necesarios.
  2. Cuida tu piel desde el interior por medio de Proteoglicanos (VercileX), unas proteínas que apoyan a la producción de colágeno, favorecen la humectación y estimulan la actividad celular, protegiendo a las fibras de colágeno y elastina, gracias a las vitaminas de Nourella.
  3. Para proteger la dermis por fuera aplica la crema de Nourella, que contiene retinol (Retilex-A), que proporciona un efecto antienvejecimiento al tiempo que reconstruye.
  4. Exfolia tu cara para deshacerte de las impurezas y lávala con agua fría o tibia, no caliente.
  5. No importa que el día esté nublado aplica protector solar, aun sin salir de casa también debes emplearlo.

¿Por qué apostar por Nourella para cuidar la delicada piel del rostro? Ha demostrado ser confiable a través de estudios clínicos en los que ha mejorada hasta en un 43% el grosor de la dermis y en un 35% la retención de humedad. Pregunta a tu dermatológo por este tratamiento.