No olvides incluirlas en tu dieta a pesar de que seas vegana, ya que un estudio publicado en la revista Nutrients, comprobó que la ingesta de proteínas vegetales, mejoró el perfil de la microbiota, pues reducía los microorganismos causantes de enfermedades e incrementaba las especies protectoras, incluso redujeron los niveles de inflamación.

Selección adecuada

Obtendrás múltiples beneficios en función de las proteínas vegetales que elijas:

– Leguminosas, poseen altas concentraciones de hierro, lo cual asemeja su valor a la proteína animal, que aumenta la producción de glóbulos rojos. El organismo las absorbe mejor y ayudan a agilizar el tránsito intestinal al ser ricas en fibra. Incluso son ideales para los deportistas, pues reparan el tejido muscular.

Elige: frijoles, alubias, lentejas, garbanzos.

– Mantequilla de frutos secos, son una fuente de grasas no saturadas que benefician la salud cardiaca, han demostrado ser excelentes para controlar el colesterol. Al equilibrar las hormonas y los niveles de azúcar, son eficientes para brindar saciedad y evitar los atracones. Gracias a su cremosidad el cuerpo las absorbe rápidamente.

Elige: entre las versiones de cacahuate o nueces o almendras o avellanas.

– Verduras de hoja verde, enriquecen tu nutrición gracias a que tienen una variedad de vitaminas entre las que destacan la K, E, y C, además de contener minerales como el magnesio o zinc. Son esenciales para mantener la piel saludable y reducen los niveles de mortalidad en personas jóvenes, según un artículo publicado en JAMA Internal Medicine.

Elige: espinacas, coles de bruselas y brócoli.

– Avena, es rica en la fibra soluble betaglucano con propiedades fermentables que alimentan a los prébioticos, que se alojan en el intestino y forman parte de las bacterias buenas de la microbiota.

Elige: la versión natural que no ha sido procesada en cereales de caja, para obtener todos los beneficios de su fibra.