Los ejercicios aeróbicos son los más adecuados para cuidar el corazón, ya que optimizan la circulación sanguínea, bajan la presión arterial y ayudan al gasto cardíaco, lo que implica que habrá un mayor bombeo de sangre al corazón. Incluso reduce el riesgo de padecer diabetes.

Implementa algunas prácticas en tu vida diaria:

  • Saltar la cuerda, también es efectiva para bajar de peso, un estudio efectuado en la Universidad de Jena en Alemania, demostró que requiere un 24 por ciento más de energía que correr, aunque vayas a la misma velocidad. Lo mejor es que quema grasa en el abdomen, muslos y brazos y no necesitas realizar rutinas separadas para realizarlo. Prueba a saltar la cuerda por 30 segundos, descansa 10 y continuar. Realiza ocho series.
  • Correr, no sólo mejorará tu rendimiento cardiovascular también generará beneficios metabólicos y respiratorios. Es muy eficiente para reducir la presión arterial. Un estudio realizado en Estados Unidos demostró que correr 10 minutos al día se relaciona con un menor riesgo de mortalidad cardiovascular y añade tres años a la esperanza de vida. Incluso reduce la producción de las hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol.
  • Nadar, además de controlar la hipertensión arterial es ideal para ganar masa muscular y mantener un adecuado tono muscular. Cada estilo tiene sus ventajas, pero es importante que tengas una buena técnica para obtener sus beneficios. Tal vez el más sencillo es el crol, que logra una excelente carga de trabajo en todo el cuerpo. Por su parte el pecho, permite la respiración cíclica fuera del agua, que se convierte en un aliado para las personas con problemas respiratorias. Cuando nadas de dorso, no sólo ejercitas la espalda, también generas un excelente trabajo cardiovascular. El estilo más intenso, sin lugar a dudas es el de mariposa y que genera un mayor gasta energético. De hecho, es mejor ejercicio que correr, ya que es de resistencia y aeróbico, por lo que también provoca una ganancia de masa muscular.