Recuerda que tienen una base de aceites, por tal motivo requieren atenciones especiales para que conserven su agradable aroma. Regularmente pueden durar de uno a seis años. Por ejemplo los aromas cítricos como el de limón, bergamota, toronja o mandarina suelen tener una vida útil de dos años; mientras que las esencias de sándalo, vetiver y pachuli que son amaderados podrían durar hasta por seis años con los cuidados precisos.

Primero que nada es importante que sepas, que en el momento que se abre una botella comienza el proceso de oxidación, pues entra en contacto con el oxígeno del medio ambiente. Así que vamos a descubrir algunos de los tips más efectivos para prolongar su vida en perfecto estado y que no huelan a rancio.

  • Es importante que vengan envasados en una botella obscura, pues les provee protección frente a la luz ultravioleta.
  • Lo ideal es guardarlos en sitios oscuros y lejos del calor, el baño o la cocina no son adecuados.
  • Si tu botella es muy grande, es posible, guardar una pequeña cantidad en otra botellita. Así disminuyes el riesgo de que se degrade todo el aceite.
  • Vigila que la botella quede cerrada perfectamente, después de cada uso.

Algo más sobre sus usos:

No sólo sirven para aromatizar el ambiente, también resuelven algunos problemillas, con sólo dejar que se dispersen, sólo hay que elegir el ideal:

  • El de romero, permite que mejore la concentración, así que es vital emplearlo en el home office.
  • Cuando te sientas cansada y necesites más energía, apuesta por el aceite esencial de mandarina.

¿Sabías que el aceite esencial de limón puede transformar tu estado de ánimo en positivo.