Estamos comenzando a ver los efectos adversos de la esta pandemia, no sólo en la salud, en lo económico, los niños también han sufrido daños colaterales. 

Maple Bear, red de colegios bilingües internacional que trabaja bajo el modelo canadiense, hizo un breve análisis sobre el posible rezago que tendrán los estudiantes ante la prolongada cuarentena mundial y que obligó a todos a mudar la educación a un modo en línea, lo cual transformó no solo la manera en que los niños aprenden, si no también la forma en que los maestros enseñan y los papás ayudan.

La institución educativa reconoció que más allá de un posible rezago educativo, a lo que algunos niños pueden enfrentarse es a un rezago social, porque no están adquiriendo las habilidades que les brinda el estar en contacto con otros niños de su edad, el trabajo en equipo, el seguir un sistema donde tienen otro tipo de interacción. En las escuelas de Maple Bear se ha cubierto el lado académico, con buenos resultados; pero, desafortunadamente no sucede así en todas las escuelas y con ello tampoco se le enseñará a liderar u organizarse.

Desarrollar la confianza en un niño, así como sus habilidades para comunicarse y relacionarse, aprender a gestionar su tiempo, la inteligencia emocional, la empatía, el liderazgo, el servicio a los demás (social) y la capacidad de integrarse a un equipo, le dará al pequeño la posibilidad de adquirir esas habilidades que exige la vida laboral futura, que aunque hoy parece aún lejana, es importante que llegue totalmente preparado a ella.

Algunos consejos para los padres de familia, para que ayuden a que sus hijos adquieran dichas habilidades mientras llega el regreso a la escuela física, son los siguientes:

  • Establecer comunicación con sus amigos del colegio, ya sea a través de llamadas telefónicas o videollamadas. Que sepan que hay más maneras de hablar con ellos, aunque no puedan tocarse.
  • Es vital que aprendan a hacer trabajos en equipo; según la materia, los niños deberán desarrollar algunos trabajos con otros niños, aún en la distancia. Ayudarlos a que aprendan a organizarse y cumplir con la parte que le haya tocado, para así aprender a trabajar con otros y respetar tiempos e ideas.
  • Mantener una rutina es fundamental, aunque también debe haber mayor comprensión hacia los pequeños, pues ellos no pueden pasar todo el día estudiando. Como infantes requieren de juego y distracción, cosas que tienen en el colegio físico. Los papás deberán darles espacios lúdicos que les permita relajarse y ser niños.