¿Sabías que la caléndula es valorada por su gran cantidad de flavonoides, como la luteína y el betacaroteno, con propiedades antioxidantes que protegen de los daños generados por radicales libres que provocan daño celular? Por estas propiedades y otras más puedes emplearla como tu aliada en tu rutina de belleza. Descubre sus bondades
- En tu manicura: normalmente al día siguiente las cutículas pueden mostrarse irritadas o inflamadas, por lo que te sugerimos aplicar aceite esencial de caléndula con un algodón en el borde de las cutículas, una vez que la termines. Desvanecerá la inflamación y el enrojecimiento.
- Adiós acné: el estudio Medicinal plants for the treatment of acné vulgaris: a review of recent evidences, publicado en NCBI, encontró que puede ser un gran aliado para desvanecer los barritos e incluso prevenirlos, por sus acciones antisépticas y astringentes. Lo ideal es humedecer un bastón de algodón, con el aceite esencial de caléndula y aplicarlo sólo en los brotes de acné, en las noches y sobre un rostro completamente limpio.
- Humectante: en esta época invernal la piel suele deshidratarse y tornarse escamosa, para desaparecer ese aspecto y devolverle la suavidad, puedes aplicar unas gotas de aceite esencial de caléndula, a tu crema humectante; descubrirás que no sólo la hidrata, también le devuelve la firmeza.
- Para combatir la irritación: en ocasiones tras largas exposiciones al sol, la piel del rostro y del cuerpo suele enrojecerse, para calmarla puedes probar a rociarlos con agua de caléndula, después de lavarlos; es probable que al día siguiente no quede rastro del enrojecimiento al humectarlos.
- Antienvejecimiento: ayuda a la síntesis de colágeno, que se encarga de darle turgencia a la piel del cutis al tiempo que tonifica. Así que puedes mezclar dos gotas de aceite esencial de caléndula, con media cucharadita de aceite orgánico de coco y distribuir sobre el rostro por las noches, antes de dormir como tratamiento antienvejecimiento.