Sin importar la edad, el envejecimiento es uno de los principales temores de las mujeres. Más que el deterioro mental, nos inquieta que las arrugas se apoderen del rostro y nos hagan lucir mayores de lo que en realidad somos.

En efecto, hay enemigos que se confabulan para que las líneas de expresión se acentúen, la falta del sueño, baños de sol indiscriminados, incorrecta alimentación, falta de una rutina de belleza y hasta el estrés son detonantes de un envejecimiento prematuro.

¿Qué puedes hacer para evitarlo? Mucho en realidad, todo es cuestión de incluir ciertos hábitos que le brindarán beneficios no sólo a la piel. Estás lista para comenzar:

  • Dormir es vital, acuérdate de la bella durmiente. Recuerda que durante el sueño el organismo se repara y la piel no es la excepción. Un estudio reveló que el insomnio durante dos noches seguidas afecta tu piel, tu estado de ánimo e incluso te hace sentir menos atractiva. Lo ideal es que descances entre siete y ocho horas. Tomar un baño tibio por las noches, es una buena idea para relajarte.
  • Atención a la dieta, incluye alimentos ricos en antioxidantes, para evitar el estrés oxidativo que daña a las células y provoca ese aspecto fatigado. ¿Cuáles son los aliados? Vitamina A, que es una fuente de carotenoides que incluso le brindarán vitalidad a tu piel, selecciona mango, zanahoria y pimientos amarillos. Vitamina C, los frutos ricos en ella también poseen licopeno, apuesta por los jitomates, fresas, toronjas e incluso guayaba. La luteína protege a la piel de los daños de los rayos solares e impide la oxidación, búscala en verduras de hoja verde, calabaza y pistaches. Para fomentar la elasticidad y que la piel no pierda turgencia necesitas alimentos ricos en colágeno como el salmón, los huevos y frutos secos.
  • Disfruta la vida, es decir, olvídate del estrés, ya que produce cortisol que también es dañino para la dermis. La angustia o ansiedad que genera acentúa las arrugas. Haz algo que te agrade en el día, como leer, dibujar, bordar o sólo disfruta un té, que te relaje. La meditación también podrá aumentar la atención plena, te permitirá vivir el presente, ser más productiva y tu rostro lucirá radiante.