Para disfrutar este día tan especial, no tienes que vivir a tope los excesos. Ciertas sugerencias podrían hacer la gran diferencia mientras que cuidas de tu cuerpo. Te aseguro que no lamentarás ponerlas en práctica.
Adiós atracón
No te estoy prohibiendo probar todos los platillos, pero puedes hacerlo con medida, lo que implicaría comer una pequeña porción. De lo contrario en cuanto acabes sentirás una gran pesadez por ingerir una comida copiosa. Además recuerda, que al día siguiente habrá recalentado. Prueba a desayunar y comer ligero ese día, no implica una manzana solamente. Puedes desayunar un omelette de claras de huevo con verduras y una toronja. Come de snack un yogur. En la comida prefiere un consomé y una abundante ensalada con pechuga de pavo y aliñada con aceite de oliva y vinagre balsámico. Come otro snack por la tarde que puede consistir en un puñado de nueces. Si acostumbras cenar hasta las 12, entre las 9 y 10 come una manzana o unas rebanadas de jicama.
Modera la bebida
Es decir, no tomes cocktailes como si no hubiera un mañana. Sólo forzarás tu hígado que se encarga de procesar el alcohol, pero ante tantas bebidas además de trabajar excesivamente entrará en tensión. Prueba el truco de tomar agua mineral entre una y otra copa. Prefiere el vino, pero eso no implica que tomes una botella tu sola.
Sin estrés
El tráfico, las compras de última hora en incluso ser una anfitriona perfecta pueden provocar que te llenes de tensión y en el peor de los casos hasta un dolor de cabeza ganarás. Prueba a tomar un té de pasiflora, 15 gotitas de rescue remedy en un vaso de agua por la mañana y la tarde te calmarán.
Llénate de energía
Usa una fragancia energizante que puede ser de limón o naranja. En el caso de que no tengas, aspira unas gotas de aceite esencial de mandarina en un pequeño algodón, notarás como se eleva tu energía inmediatamente.