Cuidado con las enfermedades gastrointestinales, es verdad que el calor es uno de los detonantes, pues es más fácil que los alimentos se descompongan y al ser ingeridos ocasionen infecciones, diarrea, inflamación, deshidratación, entre otros.

Dr. Víctor Huggo Córdova, Presidente del Comité de Bioética del Hospital Ángeles México, nos brinda más información al respecto para prevenir esos y otros trastornos frecuentes del tubo digestivo como indigestión, acidez estomacal, inflamación abdominal, que pueden generar úlcera péptica y en el peor de los casos cáncer:

  1. Las condiciones atmosféricas pueden afectar al tubo digestivo, pero de igual manera se ven reflejadas en las condiciones cardíacas, como es el caso del “golpe de calor”, que altera la presión general. Es necesario prevenir cambios bruscos de temperatura, exponerse demasiado al sol o usar en exceso el aire acondicionado.
  2. Las alergias aumentan de manera considerable con el calor y es importante señalar, que el tubo digestivo es altamente alergénico. Hoy existe una tendencia a sobre diagnosticar la alergia al gluten o la intolerancia a los lácteos, sin embargo, es fundamental asistir con el médico, para que mediante estudios, se defina y se hagan las recomendaciones pertinentes.
  3. Hay que consumir con ciertas reservas los lácteos y mariscos, ya que en ocasiones los problemas de distribución pueden afectar la frescura de estos. Existe la creencia de que no se debe comer mariscos de mayo a agosto. En el caso de los lácteos, se recomienda comprarlos e inmediatamente refrigerarlos.
  4. En temporada de calor hay virus “normales” y otros nuevos que aparecen, ya que se facilita la proliferacion de microorganismos, contribuyendo a la presencia de infecciones. De igual forma, el calor puede afectar a la fermentación digestiva, así el organismo estará más susceptible.
  5. El consumo de probióticos respaldados por estudios científicos contribuirá al fortalecimiento de la microbiota intestinal, ayudando a la protección del sistema digestivo contra alteraciones.
  6. Como medida de prevención se recomienda tener una cultura del manejo de los alimentos, ya que en trayectos largos se pierde frescura.  Lo ideal es que todo lo refrigerado se debe compre al último.
  7. Es básico aprender el adecuado almacenamiento de alimentos en el refrigerador.  Por ejemplo, la parte más baja es la más fría. Los cajones están destinados para las frutas y verduras. Si vienen empaquetados, es necesario sacarlos del envase. Así también, cuando se derramen líquidos, se debe limpiar inmediatamente para evitar la proliferación de microorganismos.
  8. Finalmente, hay que aprender a ser buenos consumidores, leer las etiquetas y seguir los cuidados básicos como lavarse las manos, después de usar algunos artículos comunes como los teléfonos celulares, menús de restaurantes, control remoto o el dinero, ya que contienen gran cantidad de bacterias.