En efecto ya está más cerca ese día, el domingo 3 de abril entrará en vigor el cambio de horario de verano, lo que implica, así que tendremos que adelantar los relojes una hora, para aprovechar en todo su esplendor la luz y ahorrar de paso energía eléctrica.

Sin embargo, le cuerpo lo resiente, ya que el reloj circadiano se ve afectado, tu ciclo de sueño se ve alterado y es posible que estés irritable o aturdido. Los especialistas del Thrive Center for Psychological Health, señalan que ante ese cambio, es muy común que el organismo experimente fatiga, perdida de la concentración, ansiedad e incluso depresión; incluso se ha detectado que los conductores son más proclives a sufrir accidentes.

Realizar algunos cambios en tu rutina al menos 15 días o una semana antes, minimizan los efectos adversos, como los siguientes:

  • La idea es priorizar el sueño, así que procura irte a la cama, antes del horario habitual, 10 o15 minutos cada día, lograrán que tu cuerpo se ajuste a dormir antes y cuando llegue el cambio, no lo resistirás tanto.
  • El ejercicio se puede convertir en tu aliado, para que duermas mejor por las noches, así que trata de ser constante con tu rutina diaria y hasta lograrás sentirte de mejor ánimo.
  • Si eres de las personas que sufren del trastorno afectivo estacional, son más sensibles a los cambios. Así que aunque duerman más, al despertar estará oscuro y lo resienten, especialmente durante la primera semana. Así que en esos días anota, los cambios que detectes, pero también trata de comer a tus horas, sal a caminar bajo el sol e incluso ve a tus amigos, para reducir los sentimientos de tristeza.
  • La luz del sol es vital para ajustar tu reloj circadiano, así que tan pronto como te sea posible, en la mañana, trata de realizar una caminata de 30 minutos, eso logrará que sus rayos penetren en tu retina y se ajusten.
  • Es muy importante que en este lapso seas fiel a tus rutinas al despertar y al dormir, trata de incluir actividades como escuchar música suave, activar un dispersor de aromaterapia.
  • Evita las luces azules por las noches, que son las que emiten dispositivos electrónicos como teléfonos, computadoras, tabletas y televisores, pues te mantendrán alerta por un mayor lapso de tiempo.