Los tres primeros años son vitales, recuerda que absorben como esponjas.

Reportes de estudios efectuados por la Norwegian University of Science and Technology, muestran que la estimulación temprana en los bebés contribuye al desarrollo del cerebro y al aumento de neuronas, hasta mil conexiones por segundo. No sólo se incrementa la cantidad, también la especialización lo que le facilita adquirir nuevas habilidades cognitivas, motoras y de percepción sensorial.

Es necesario desafiarlos y estimularlos con actividades cotidianas que requieren involucrar su cuerpo y sus sentidos.

– El juego, es muy fácil incorporarlo, basta cantar mientras tratas de darle objetos de colores brillantes, después debe sostener juguetes con sus manos, mientras los explora con la boca. Posteriormente incítalo a construir con bloques o a separarlos por colores. Más tarde cuando camine, jueguen a las escondidillas, lo estimularás a pensar.

– La lectura, será una gran aliada para promover su desarrollo cerebral. Cuando es muy pequeño le llamará la atención los colores y objetos, incluso puede ser su cómplice para descubrir texturas. Más tarde comenzará a reconocer personajes, pero también le servirá para incrementar su vocabulario y después, su comunicación.

– Nutrición, el crecimiento sano del cerebro durante la infancia también requiere de una nutrientes adecuados. Investigadores de la Universidad de Brown, encontraron que la lactancia materna puede aumentar el crecimiento cerebral, especialmente de la materia blanca del bebé de un 20 a 30 por ciento. Incluso descubrieron que cuanto más se prolongó la lactancia materna, por espacio de un año, mostraron mayor evolución en las áreas del cerebro que se ocupan de la función motora. Además recuerda que la leche materna es rica en aminoácidos que aumentan los niveles de bacterias en la microbiota de los nenes, lo que provoca que se eleve su sistema inmunológico.