Implementar ciertos hábitos en tu rutina de belleza nocturna, pueden ayudarle a tu piel a optimizar su fase de regeneración mientras duermes:

  1. Es vital desmaquillarte. Si por el momento no usas maquillaje, no importa es importante limpiar el rostro para eliminar impurezas y suciedad que se acumulan en la superficie.
  2. Tonificar, también es importante, para retirar cualquier rastro de producto limpiador.
  3. Una ducha nocturna, también puede ser el momento preciso para despojarte de las tensiones del día y depilar la piel del cuerpo, con lo que generarás una menor irritación.
  4. Porque no aprovechar la noche para aplicar una mascarilla humectante. Puedes apostar por una coreana, de las que vienen empacadas sólo para colocar la telita sobre la piel, esperas 10 minutos para que actué el tratamiento y la retiras. O bien, selecciona una mascarilla hidratante, sólo necesitas esparcir una capa abundante, dejar que actúe igual por 10 minutos, usar los dedos para darte pequeños tecleos y lograr que penetre el excedente. Realmente notarás una mejor textura al despertar.
  5. Pero si no es día de mascarilla, es importante aplicar una crema nocturna, cual es la diferencia tienen una mayor concentración de activos para reparar y es libre de factor de protección solar, ya que mientras duermes no estás en peligro de ser atacada por las rayos UV del sol que producen envejecimiento prematuro e incluso manchas. Puedes seleccionar una que tenga ácido hialurónico que brindará y sellará la humedad en la piel.
  6. Tienes los pies agrietados, es el momento perfecto para brindarles humectación intensa, la cual lograrás al darles un suave masaje con aceite de oliva y unas gotitas de aceite esencial de lavanda. Conseguirás relajarte lentamente gracias a los suaves movimientos y el aroma calmante de la lavanda.


Ahora si estás lista para ponerte tu pijama, meterte en la cama y caer en los brazos de Morfeo.