La música es un lenguaje universal, por eso, no es de extrañar que es usada efectivamente como terapia. La musicoterapia, utiliza música para generar efectos físicos, mentales y emociones en pacientes, es como una fisioterapia y lo mejor, no requiere medicación. Ayuda a crear una autoimagen positiva e incluso mejora la memoria, el equilibrio físico y sobrelleva dolencias.

¿Cómo lo logra?

Recuerda que el cerebro es un órgano y cuando se ejercita  se fortalece. Desencadena un proceso similar al que le ocurre al corazón con los ejercicios cardiovasculares, se optimiza su funcionamiento. Los científicos apoyan el concepto de que la música estimula ondas cerebrales, por ello ante los ritmos fuertes y rápidos te sientes más alerta, mientras que las notas lentas logran calmarte, por ello se sugieren para meditar o estudiar. Incluso reducen la presión arterial y logran desvanecer los efectos nocivos del estrés.

Los positivos cambios

Investigaciones científicas han comprobado las cualidades de la música en beneficio de la salud como las siguientes:

-Un estudio publicado en el Journal of Affective Disorders, y realizado a 30 pacientes que sufrían de trastorno compulsivo, comprobó que la música redujo los pensamientos obsesivos, la depresión y la ansiedad.

– La musicoterapia ha sido usada con efectividad para reducir los dolores, la ansiedad y la frecuencia cardiaca en procesos posoperatorios tras una cirugía toráxica, en un estudio realizado en China. Al combinarla con rehabilitación física facilita los movimientos y motiva a los pacientes para continuar con el tratamiento.

– El parto asistido con musicoterapia, puede convertirse en una estrategia para manejar el dolor ocasionado por las contracciones. De acuerdo con un investigación realizada por la Universidad de Lesley en Sidney, la música es una mejor opción que los fármacos para reducir el dolor en la madre e incluso en el recién nacido, mientras el pequeño es expulsado del útero.

Así que no lo piensas más selecciona tu playlist de música favorita y escúchala mientras te bañas, ejercitas, trabajas e incluso al leer tu libro favorito.