Un cutis graso es fácil de detectar pues presenta frente, nariz, barbilla y la mitad de las mejillas con un aspecto brillante. Diversos factores son los que detonan el problema como cambios hormonales, embarazo, menopausia, la dieta e incluso el estrés.
Cuidados precisos
Debes cuidarla adecuadamente, para controlar el exceso de grasa, pero también para hidratarla.
- Es importante vigilar que realmente estás usando los productos adecuados para tu tipo de piel, así que en las etiquetas debes encontrar los siguientes términos: no comedogénico, no obstruye los poros, libre de aceites. Un secreto, por lo regular los productos para piel grasa son líquidos o geles, evita aquellas fórmulas que son muy untuosas como las cremas o pomadas.
- Entre sus activos debe contener ácido salicílico, peróxido de benzoilo, niacinamida, zinc, ácidos alfahidroxidos y azufre. Poseen poderes antibacterianos, purificadores o exfoliantes ideales para mantener limpios los poros y evitar que se obstruyan.
- Cuando la limpies prohibido el uso de agua caliente, frota suavemente sin exagerar pues ambas acciones suelen activar las glándulas sebáceas que reaccionaran emitiendo más grasa.
- Tampoco la limpies frecuentemente, hacerlo dos veces al día será suficiente. De otra forma resecarás la dermis que reaccionará abriendo los poros para obtener hidratación y emitirá más grasa, al mismo tiempo.
- Exfolia una vez por semana, para retirar células muertas y rastros de sebo, lo que permitirá que los productos penetren a fondo y evitará la aparición de brotes de acné.