Un cutis graso es fácil de detectar pues presenta frente, nariz, barbilla y la mitad de las mejillas con un aspecto brillante. Diversos factores son los que detonan el problema como cambios hormonales, embarazo, menopausia, la dieta e incluso el estrés.

Cuidados precisos

Debes cuidarla adecuadamente, para controlar el exceso de grasa, pero también para hidratarla.

  1. Es importante vigilar que realmente estás usando los productos adecuados para tu tipo de piel, así que en las etiquetas debes encontrar los siguientes términos: no comedogénico, no obstruye los poros, libre de aceites. Un secreto, por lo regular los productos para piel grasa son líquidos o geles, evita aquellas fórmulas que son muy untuosas como las cremas o pomadas.
  2. Entre sus activos debe contener ácido salicílico, peróxido de benzoilo,  niacinamida, zinc, ácidos alfahidroxidos y azufre. Poseen poderes antibacterianos, purificadores o exfoliantes ideales para mantener limpios los poros y evitar que se  obstruyan.
  3. Cuando la limpies prohibido el uso de agua caliente, frota suavemente sin exagerar pues ambas acciones suelen activar las glándulas sebáceas que reaccionaran emitiendo más grasa.
  4. Tampoco la limpies frecuentemente, hacerlo dos veces al día será suficiente. De otra forma resecarás la dermis que reaccionará abriendo los poros para obtener hidratación y emitirá más grasa, al mismo tiempo.
  5. Exfolia una vez por semana, para retirar células muertas y rastros de sebo, lo que permitirá que los productos penetren a fondo y evitará la aparición de brotes de acné.