Es importante mencionar que tu cuerpo alberga una comunidad de microorganismos benéficos que se encuentran en la microbiota intestinal, se encargan de eliminar a los virus potencialmente peligrosos, actúan como una barrera para evitar la entrada de bacterias potencialmente dañinas por ello reducen las infecciones e incluso evitan la inflamación.

¿Sabías que existe una conexión intestino-cerebro? Tiene un papel regulador en la ansiedad, estado ánimo, cognición y el dolor. Por ello, es importante mantenerla en balance para reducir problemas asociados con depresión, de acuerdo con un estudio publicado en European Journal of Nutrition.

Esta relación tan peculiar se pone de manifiesto cuando sientes náuseas antes de una presentación, o sientes dolor cuando te encuentras estresada porque estás esperando resultados de exámenes médicos. Así que como te podrás dar cuenta las emociones tienen un vínculo con los desórdenes intestinales.

No todas personas presentan los mismo síntomas, recuerda que cada quien es diferente, por lo que pueden aparecer signos como: reflujo, inflamación, flatulencias, dolor en el pecho, estreñimiento y hasta diarrea.


Existen una variedad de actividades que podrían ayudar a disminuir esos problemas y que incluso logran que la microbiota intestinal entre en balance y continúe en su papel de aliado del sistema inmune:

  • Prueba a meditar, que no sólo disminuye la inflamación abdominal, también te permite que te concentres mejor en tus actividades diarias e incluso mejor tu estado de ánimo. Un estudio publicado por PubMed, reporta que incluso logra que se eleven las defensas y disminuye las posibilidades de infecciones.
  • Al practicar yoga, no sólo reducirás las tensiones, también optimizarás la digestión y como resultado es menos probable que se presente el estreñimiento. Además alineará tu postura y reduce el estrés.
  • Integra en tu dieta alimentos ricos en inulina que promueve la salud de la microbiota intestinal. La encontrarás en los espárragos, plátanos, ajos y cebolla.