Mientras tu cuerpo se encuentra estresado, manda una señal de alerta para protegerte de posibles ataques o agresores. Lo logra con la ayuda de una combinación de señales nerviosas y hormonales, que incitan a las glándulas suprarrenales a liberar una serie de hormonas como el cortisol que eleva los niveles de azúcar en la sangre, disminuye la respuesta del sistema inmune y la adrenalina para elevar la presión arterial.

Si el estrés se vuelve crónico, habrá una sobreexposición al cortisol que alterará diferentes procesos corporales y provocará: ansiedad, dolores de cabeza, problemas digestivos, tensión muscular, problemas para dormir, entre otros, según reportes de Mayo Clinic.

Lo ideal es recurrir a terapias relajantes como una clase de yoga, realizar meditación e incluso tomar flores de bag, para alejar los efectos negativos del estrés. Reducir el cortisol, es posible con la alimentación, sólo es necesario elegir nutrientes adecuados como:

  • Té verde, posee catequinas y polifenoles que penetran en el tracto digestivo y reducen la producción del cortisol, de acuerdo con informes de un artículo publicado por PLoS One.
  • Frutos rojos, como las fresas, cerezas, arándanos y frambuesas que son ricos en vitamina C que tiene la habilidad de mantener la producción de cortisol en equilibrio.
    – Brócoli y espinacas, que son fuentes de potasio que ayuda a restaurar los niveles elevados de cortisol, cuando te encuentras estresado.
  • Lactobacilos reuteri, aliados de la microbiota intestinal porque fortalecen la barrera de protección al tiempo que provocan que el cerebro produzca oxitocina y logrará que disminuya la producción de cortisol. Es fácil obtenerlos del kimchi, chucrut y pepinillos.
  • Ajo, posee un aceite denominado como eugenol que espesa la barrera mucosa e impide que el cortisol ingrese fácilmente en el torrente sanguíneo.