¿Cuando las cosas salen mal en casa, el trabajo o incluso con los amigos, te sientes culpable? Tal vez no lo externes, pero en realidad te sientes responsable. Algunos de los siguientes tips, te ayudarán a quitarte ese peso de encima y disfrutar de la vida:

  • Lleva un registro de tus culpas, no estamos bromeando, anota en una libreta especial cuando el remordimiento te haga sentir mal. Al mismo tiempo explora, que detona esos sentimientos de culpabilidad ante determinadas situaciones, date unos minutos para averiguarlo.
  • Date un día de descanso, no sólo requerirás liberarte de los quehaceres cotidianos en casa, es indispensable que en cuento sientas que la culpa te invada, la erradiques de tus pensamientos. Poco a poco la ansiedad bajará de nivel e incluso te permitirá que realmente descanses.
  • Es momento de cambiar de prioridades, ahora tu debes ser lo primordial en tu vida. Recuerda, no es posible ayudar a los demás sino lo haces por ti mismo.
  • No te flageles, se te olvido prender la alarma y todos se quedaron dormidos el lunes y los pequeños no entraron a su primera clase, tu esposo no tuvo tiempo de bañarse antes de sentarse a mandar tu escrito y tu perdiste el inicio de una junta vía zoom. No es el fin del mundo, asegúrate de que tu esposo o pareja comparte responsabilidades contigo, en vez de flagelarte.
  • Aprende a decir no, es una sencilla regla que logra poner límites. Es difícil al principio, pero no tienes que ser todo el tiempo quien organiza las reuniones entre amigos o la encargada de recolectar el dinero para la cena de la abuela. ¿Siempre dices si? Al principio será complicado, pero con el tiempo lo dominarás.

Finalmente conviértete en tu mejor amigo, cuídate, quiérete y protégete.