¿Conoces esas afecciones? Podría ser la enfermedad coronaria arterial coronaria y factores de riesgo cardiovascular como la diabetes y el colesterol alto, un estudio de Mayo Clinic, reveló que existe un vínculo entre el deterioro de la capacidad de pensamiento y la memoria entre mujeres de mediana edad. Lo preocupante es que ocurre, aunque el sector masculino es más afectado por este tipo de afecciones.

“Se sabe bien que los hombres de mediana edad tienen una prevalencia mayor de enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo que las mujeres. Sin embargo, nuestro estudio plantea que las feminas de mediana edad con estas afecciones y estos factores de riesgo corren mayor peligro de deterioro cognitivo. Pese a que todas las personas de mediana edad, sean hombres o mujeres, deben recibir tratamiento para sus afecciones cardiovasculares y factores de riesgo, posiblemente se requiera vigilar más a las mujeres como una medida para prevenir el deterioro cognitivo”, explica la autora experta de la investigación, Dra. Michelle Mielke, epidemióloga y neurocientífica en Mayo Clinic.

En el estudio participaron 920 hombres y 937 mujeres sin demencia entre los 50 y 69 años. Durante tres años se evaluó la cognición global a través de nueve pruebas de memoria, lenguaje, función ejecutiva y habilidad espacial. Aproximadamente el 79% de los participantes tenían al menos un factor de riesgo cardiovascular, el 83% eran hombres frente al 75% de mujeres.

El estudio descubrió una relación más fuerte entre la mayoría de las afecciones cardiovasculares con la función cognitiva en las mujeres. El deterioro anual de la cognición global por una enfermedad arterial coronaria, por ejemplo, fue más de dos veces mayor en las mujeres que en los hombres.

Además, la diabetes, el colesterol alto y la enfermedad arterial coronaria se relacionaron con mayor deterioro del lenguaje en las mujeres; en cambio, la insuficiencia cardíaca congestiva se relacionó con mayor deterioro del lenguaje en los hombres.

Por ello los adultos de mediana edad, especialmente las mujeres con antecedentes de enfermedad cardíaca, podrían constituir subgrupos fundamentales para vigilancia temprana.