Me encanta su sabor ácido y dulce, su color rojo vibrante me emociona cuando la veo. Sin embargo, te voy a contar algunos de los beneficios que pueden brindar a tu salud.

  1. Son tus aliadas para contrarrestar el insomnio, lo logran gracias a su dotación de melatonina. Un estudio realizado a 20 personas demostró que tras consumir jugo de cerezas mejoró la calidad de su sueño e incluso se prolongaron las horas que durmieron, de acuerdo a un artículo publicado por el European Journal of Nutrition.
  2. Pueden convertirse en un snack saludable, ya que 15 de ellas poseen 100 calorías. Lo mejor es que es fácil añadirlas a un vasito de yogur o simplemente integrarlas congeladas a tu batido de leche vegana favorita. Te sentirás con renovadas energías.
  3. A pesar de su minúsculo tamaña poseen varios componentes que son esenciales para cuidar tu salud cardíaca como antioxidantes y potasio. Remueven fácilmente el exceso de sodio de la sangre, por lo que estabilizan la presión arterial. Gracias a los polifenoles, catequinas, flavonoides reducen la inflamación y el riesgo de sufrir daño celular; por lo que también reducen las arrugas prematuras.  

Las cerezas son fáciles de encontrar en nuestro país durante los meses de junio, julio y agosto. Este delicioso fruto viaja a nuestro país por tiempo limitado gracias a que la primavera provee las condiciones ideales para que los estados de Washington, Idaho, Oregón, Utah y Montana -cuna de las Cerezas del Noroeste- sean ideales para su producción. La diferencia de temperatura durante el día y la noche es lo que permite que la fruta tenga mayor contenido de azucares, color rojo vibrante, que sea más grande y vigorosa.

Frescas son deliciosas, pero si eres adepta a ellas como yo prueba a lavarlas y congelarlas, así podrás disfrutarlas más allá del verano.