Descubre el glamour de Casa Malí by Dominion que lo convierten en uno de los hoteles boutiques más elegantes, céntricos y acogedores de la colonia Condesa.

Su construcción data del año 1934, originalmente eran dos edificios con diferentes entradas una por calle Chilpancingo y la segunda por Avenida México. A pesar del deterioro del paso de los años, fue catalogada por el INAH y el INBA, gracias a lo que conserva su estilo Art Decó, icónico en la colonia Condesa.

El inicio del cambio

Los dueños actuales se han dado a la tarea de restaurarlo y convertirlo en hotel, aquí entró en escena Dominion Housing, primero para analizar la factibilidad del proyecto y después para iniciar un proceso de transformación en alianza con el Arquitecto Mario Armela.

Desde siempre la idea principal fue conservar la arquitectura del lugar. Hoy, al pasear por su interior, podemos subir las escaleras (las cuales conservan el barandal original) y ver fotografías de los años 50, lo cual nos hace sentir que viajamos por el tiempo.

Atención al detalle

La habilidad del Arq. Armela en combinación con la experiencia y creatividad del equipo de Dominion, arrojaron como resultado un espacio único. Habitaciones amplias y cómodas que resuelven las necesidades del viajero más exigente y lo hacen sentir como en casa ya que todas tienen estancia, cocina, una decoración que combina la modernidad y la esencia Art Decó del espacio, y hasta centro de lavado para aquellos que viajan por períodos más prolongados.

Acentos icónicos

Un dato espectacular, es que el Candil con cristales Checoslovacos que adorna el lobby del Hotel, estaba en su forma original (que no es la actual) en una casa señorial en Polonia. El candil después de la Segunda Guerra Mundial llegó desarmado a México por el puerto de Veracruz en 1948 y llegó a una casa de venta de candiles en Av. Coyoacán en 1950. Su actual armazón y esqueleto se fabricó y armó en México, utilizando el 80% aproximadamente de las piezas de cristal Checoslovaco.

Cada elemento del proyecto le brinda un encanto especial, como el piso, que es de pasta, artesanal, y que se mandó a hacer para recrear los de la época. La fachada es la original, lo cual le da una personalidad única a Casa Malí; nombre que adquirió esta propiedad en honor a la mamá de los cuatro hermanos que decidieron convertir este lugar en hotel.

Sólo para exigentes

El hotel boutique es exclusivo y el servicio personalizado, Casa Malí es la opción ideal para el viajero exigente que busca la más alta calidad, privacidad, comodidad y además es «pet friendly».  La ubicación es privilegiada con el frente a pleno Parque México. Desde la escalera interna se ven los árboles del parque que en primavera nos regala una estampa inolvidable repleta de jacarandas.