Como lo has leído los pequeños tienen problemas gastrointestinales, se debe a que en los primeros meses de vida aún continúan en desarrollo. Además las enzimas digestivas no trabajan a su capacidad total, por lo que algunos pequeños no logran digerir o romper los nutrimientos que les proporciona la dieta. Así que es posible que experimenten malestares como cólicos, gases, estreñimiento y en algunos casos reflujo que generan irritabilidad y un llanto inconsolable.

Uno de cada dos bebés sanos puede presentar estas molestias y el llanto por “cólicos” puede durar entre 4 y 5 horas, ser repentino y de predominio vespertino, provocando que los bebés se sientan incómodos y resulte difícil calmarlos.

“Aunque la mayoría de los bebés comienza a sentirse mejor después de los primeros meses de vida y este proceso es transitorio, puede ser muy complicado para toda la familia, por lo que es necesario generar conciencia sobre las acciones que pueden ayudar a la familia en esta etapa y crear una mejor conexión entre el bebé y los papás”, comentó la Doctora y Pediatra Ana Salvador.

Si la o el bebé, o niños mayores de un año que aún presentan malestares gastrointestinales, están siendo alimentados con algún sucedáneo -sustituto parcial o total de la leche materna-, el pediatra decidirá si hay que buscarle una opción de alimentación que sea de más fácil digestión, como una fórmula diseñada con menos contenido de lactosa y proteínas parcialmente hidrolizadas -partidas en pedazos más pequeños- que facilitan a los bebés su absorción y digestión, pudiendo disminuir los malestares provocados por la pancita sensible.

Este tipo de proteínas, que encontrarás en Enfagrow Confort, ayudarán a disminuir los malestares gastrointestinales leves como cólicos, llanto, cambios en la frecuencia y consistencia de las evacuaciones que son percibidos como “estreñimiento” y reflujo, logrando que los pequeños se sientan mucho mejor, ya que ¡si su pancita está bien, todo está mejor!

“Si bien los malestares gastrointestinales se pueden presentar durante los primeros meses de vida, hay bebés que pueden seguir siendo sensibles por un tiempo más prolongado, o las madres, en vista de la situación tan angustiante de llanto, irritabilidad y malestar, deciden mantener el uso de una fórmula con proteína parcialmente hidrolizada y reducida en lactosa, por ello, hay opciones de manejo nutricional también para los bebés mayores de 1 año, con fórmulas con proteína parcialmente hidrolizada y baja en lactosa para apoyar a aquellos con pancita sensible” mencionó la Doctora Flor, Pediatra Neonatóloga.