Los refrigerios no tienen que ser aburridos, lo ideal es que sean nutritivos para maximizar los beneficios del ejercicio; de lo contrario podrías exponerte a sufrir mareos, dolores de cabeza y hasta un brusco descenso de la presión, capaz de generar un desmayo. No es recomendable para las personas que sufren de diabetes o hipoglucemia.

Carga de combustible

Seguro lo primero que viene a tu mente es un batido de proteína, pero de acuerdo con los especialistas es erróneo; tu cuerpo sólo requiere un poco de carbohidratos, que le brindarán energía y lograrán optimizar tu entrenamiento para un mejor rendimiento.

Lo ideal es que sean carbohidratos inteligentes, ¿cómo obtenerlos? De granos integrales, frutas e incluso pasta para que tu cuerpo los convierta en glucosa; te brindarán un shoot de energía e incluso se almacenará para aportarla, en caso de realizar un entrenamiento mayor a dos horas.

La proteína, es apta para consumirse tras el entrenamiento, ya que en ese momento, el cuerpo la utilizará para la formación y reparación de músculos.

El momento ideal
Planear el momento para consumirlo también es vital:

  • Si haces ejercicio por la mañana, lo ideal sería comer algo ligero 30 minutos antes, para este momento te sirve un licuado de avena con manzana y leche. Un batido verde con verduras y yogur, puede ser otra opción.
  • Pero si tu entrenamiento es en las tardes, lo ideal es comerte el refrigerio 90 minutos antes, para que no te sientas pesado e interfiera con el ejercicio. En este momento, sí puedes apostar por una tostada de pan integral con mantequilla de almendras o unas galletas habaneras con queso, e incluso una barra de granola.

Mantenerte hidratado durante la rutina, también es fundamental. Tomar algunos sorbos cada veinte minutos te ayudarán, de acuerdo con la Academia de Nutrición y Dietética. No esperes a sentir sed, ya que es un síntoma inequívoco de deshidratación.