En efecto, así como tu sistema digestivo alberga una microbiota tu piel también, ¿quieres saber su funcionamiento? Se conforma por microorganismos vivos como bacterias, virus, parásitos y hongos que habitan en la capa más superficial de la piel y aunque no lo creas, actúan como barrera protectora. Todos los microorganismos que la constituyen te ayudan a producir vitaminas, hormonas e incluso a mejorar tu estado de ánimo.

También conocida como flora cutánea, esta barrera con más de 500 tipos de microorganismos se forma desde el nacimiento y conforme creces, va evolucionando por diversos factores como edad, sexo, genética, humedad, pH, localización geográfica, entre otros. Cuando este ecosistema se desequilibra, aparecen enfermedades dermatológicas como psoriasis, dermatitis atópica e incluso brotes.

Uno de los factores que podría alterar este sistema de protección natural de la piel, son los productos cosméticos que utilizas diariamente, razón por la cual, gracias a la tecnología cosmética, existen productos de skin care que ayudan a proteger y reforzar la microbiota facial.

Entre las tendencias cosméticas para el cuidado del rostro, se encuentran productos de origen vegetal o extractos naturales cuyos beneficios son aprovechados al máximo como los de ASH Natural, línea de skin care especializada en pieles grasas que cuenta con tecnología 3R Effect, un sistema que regula el sebo, reduce la inflamación de los brotes y reestablece la microbiota natural de la piel a través de activos naturales como aloe vera orgánico, romero y menta.

¿Cómo detectar si la microbiota de mi rostro está sana?

Es sencillo identificar si existe facial desequilibrado, lo podrás notar a través de señales como resequedad, exceso de sebo, espinillas, brotes e irritación o enrojecimiento constante.

Atención precisa

Es importante que tomes en cuenta que debes evitar el uso de jabones en barra para tu rostro, ya que este tipo de productos son alcalinos y alteran el pH natural de tu piel, opta por geles faciales y cuando te seques, no te talles. La fricción excesiva provoca que tu piel sea un terreno fértil para infecciones. Seca con pequeños toques.

Selecciona sueros faciales que sean de hidratación profunda y con propiedades antiinflamatorias, especialmente si tu piel es grasa. Evita aquellos con ácido salicílico (a menos que un médico te lo haya recetado), ya que estos a la larga pueden manchar y resecar.